Por Bautista Diaz
Un proyecto de ley llamado lamado “Ley Kshamenk”, por la orca que se encuentra en Mundo Marino, el oceanario de la localidad bonaerense de San Clemente del Tuyú, fue presentado hace unas semanas durante una reunión especial en el Senado de la Nación.
El proyecto busca prohibir y sancionar la exhibición y los espectáculos con animales marinos silvestres. La excepción que propone es que el cautiverio sea únicamente con el fin de rehabilitación o curación para, posteriormente, ser liberado en su hábitat o el traslado a un santuario.
También, se prohíbe el abandono para los animales que permanezcan en cautiverio una vez que se apruebe este proyecto, y se establecerá un plazo de 2 años máximo para el traslado de estos animales a un santuario.
“Estamos ante la naturalización de un espectáculo degradante: de que los animales son cosas y pueden ser utilizados con beneficios económicos muy grandes. El dinero, los edulcorantes a modo Disney, están ahí para que no veamos la clase de vínculo que construimos con los animales” reclama la jueza Elena Liberatori, titular a cargo del Juzgado N° 4 en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires, que tuvo a su cargo el caso de la orangutana “Sandra”, el primer animal en el mundo declarado persona no humana a quien se le reconoció su derecho a la vida digna, y que fue trasladada a un santuario en los Estados Unidos.

“A nivel mundial daríamos un paso enorme si se aprueba esta ley. Pensar que los animales son cosas sujetas a nuestro servicio ha sido la desgracia mayúscula de la naturaleza toda”. señaló
El biólogo Héctor Ricardo Ferrari también destacó su opinión sobre el asunto: “El animal que vemos en un espectáculo ya no es el animal. Es un residuo de lo que alguna vez fue su especie. Los animales en cautiverio solo pueden hacer una parodia de lo que hacen habitualmente” y agregó “Los parques marinos son un atentado contra la naturaleza. Las orcas y los delfines son plenamente conscientes de los entrenamientos a base del hambre.»
La iniciativa fue reclamada con más de 612 mil firmas de apoyo reunidas a través de una campaña difundida con el nombre de «Stop Acuarios», en la plataforma change.org