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Los plásticos de un solo uso contaminan las costas de Península Valdés y afectan a la fauna marina

Por Santiago Campeni

Recientemente se volvieron virales imágenes que muestran la costa de Península Valdés con elefantes marinos rodeados de cajones plásticos. Estos desechos, entre los que se encuentran baldes, pallets y cajones de madera, redes, botas, entre otros residuos plásticos, provienen de la industria pesquera que se desarrolla mar adentro frente al litoral de la provincia de Chubut. 

Esta actividad económica, va en búsqueda del valioso calamar y langostino patagonico, dos de las especies más buscadas por las flotas internacionales que se ubican en el margen de la milla 200, en el límite de la zona económica exclusiva argentina. Esta industria, además de presentar efectos negativos directos en la disminución de las poblaciones de estas especies, también trae aparejado la contaminación de las playas de la Península Valdés. 

Según un relevamiento realizado en 8 km de costa por parte del Ministerio de Ambiente Nacional y de la provincia de Chubut, al menos el 80% de las playas de Puerto Pirámides se encuentran contaminadas con restos de plásticos de la industria pesquera. Además del efecto claro de que estos elementos no pertenecen al entorno natural de las costas de la península, traen efectos en las cadenas tróficas de los animales que allí habitan algunos periodos de sus vidas como son los elefantes marinos o pingüinos. También se puede observar como los animales se atoran con los restos de redes de pesca, brindando una imagen lamentable que puede llevarlos si no son liberados a la muerte.  

Si bien estos desechos plásticos no deberían estar en ningún entorno natural, cobran una mayor relevancia en un hábitat como es la Península Valdés. Este accidente costero fue declarado en 1999 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En este area se encuentra la zona de reproducción de quizás el animal más emblemático de la zona que atrae a miles de turistas al año, la ballena franca austral. También pueden encontrarse en estas costas especies tales como lobos marinos de un pelo, elefantes marinos y pingüinos de magallanes entre otros. 

Si bien la provincia de Chubut cuenta con un “Plan de Censo y Limpieza Costera” que se lleva a cabo todos los años, el problema parece estar lejos de solucionarse. Esta problemática debe ser solucionada de raíz, es decir realizar un mayor control a la industria que genera esto, la pesquera. Si bien se ordenó que los barcos rotulen los cajones para poder aplicar posteriores multas a aquellas embarcaciones que se les encuentre estos residuos en las playas, muchas veces para las pesqueras les es más fácil abonar la multa que dejar de desechar los plásticos. Otra cosa que esgrimen las empresas es que no pueden seguir la trazabilidad de sus cajones.

Ante la difusión de las imágenes de los animales viviendo entre basura, el deportista olímpico argentino Yago Lange, convocó a una limpieza masiva de las playas de la península. El joven que se dedica al Yachting consiguió una reunión con el Gobierno de Chubut, sin embargo las autoridades no le otorgaron el permiso requerido para realizar la limpieza ya que hasta marzo los animales que habitan la zona se encuentran en época de cría. 

La pregunta que surge ante la respuesta de la gobernación es ¿qué es peor, molestar a los animales en época de cría o que convivan en este periodo rodeados de basura que pone en riesgo su vida?